Para este Boletín el Centro de Aprendizaje invitó a Alejandro Martínez, quien es profesor de la Facultad de Artes Liberales y candidato a doctor por la Universidad de Princeton, a comentar desde su mirada como la Inteligencia Artificial forma parte de la docencia.

ChatGPT y su potencial pedagógico

El 30 de noviembre del 2022 tuvo lugar un evento quizá solo comparable a la primera proyección cinematográfica de los hermanos Lumière en el Grand Café de París, al alunizaje del Apolo 11 o al primer envío de correo electrónico: el lanzamiento público de ChatGPT. De la noche a la mañana, el mundo parece haber virado sus ojos a esta aplicación. Aunque la inteligencia artificial tiene décadas de desarrollo, ChatGPT ha hecho accesible a un amplio público los avances del aprendizaje automático, de la gestión masiva de datos y de los procesadores de lenguaje.

Una de las dudas con respecto a ChatGPT es su impacto en la educación. ¿Facilita el plagio? ¿Impide el desarrollo del pensamiento crítico? Quisiera plantear dos alternativas al respecto: podemos abordar ChatGPT como objeto de estudio o como herramienta.

Como objeto de estudio, ChatGPT no solo sería de interés en el campo de la ingeniería o la computación, sino también de los estudios humanísticos o culturales. Aunque se presenta como neutral, sin emociones ni posicionamientos políticos, los enunciados de ChatGPT deben analizarse. Un ejercicio sería dar cuenta de las ideologías detrás de sus enunciados. ¿Es la tecnología neutral o, parafraseando a McLuhan, los medios serían, en sí mismos, mensajes? ¿En qué se enfoca ChatGPT al producir texto? ¿A qué o quiénes excluye?

Un segundo punto consiste en probar ChatGPT como herramienta. En mi curso Core de Literatura y Humanidades experimenté tanto con ChatGPT como con Midjourney (un generador de imágenes) pidiéndoles un resumen de la Odisea. Ambas herramientas se enfocaron en el viaje de Odiseo. Midjourney, de hecho, solo generó imágenes del héroe en un barco en altamar. Ahora bien, como las y los estudiantes hicieron notar, el viaje de Odiseo tan solo ocupa una selecta parte de este poema épico. De hecho, una parte que es la que menos discutimos y analizamos en clase, pues nos interesa también abordar qué ocurre con Penélope y Telémaco en Ítaca, o con otros personajes considerados como “secundarios”, tales como Argos, Eumeo y Euriclea, o cómo diversos temas y problemas de la Odisea continúan vigentes en nuestro tiempo.

Definitivamente, ChatGPT, entre otras herramientas y recursos de inteligencia artificial, nos plantea interrogantes y cambios en materia educativa. Más que verla como enemiga, debemos reinventar sus usos en docencia y reflexionar sobre ella.

Aprovechamos de dejar la invitación al conversatorio público donde Alejandro participará sobre inteligencia artificial y educación con expertos de diversas disciplinas científicas y humanistas. Inscripciones: AQUÍ.

ChatGPT y las Inteligencias Artificiales

La inteligencia artificial no es para nada un sistema que haya aparecido el 2022, sino más bien, las primeras incursiones en esta materia comenzaron el 1956 de la mano del profesor John McCarthy del MIT. Ahora bien, lo que hoy en día está ocurriendo es que, gracias a los avances en distintas disciplinas de la tecnología, se ha logrado ir consolidando arquitecturas como GPT (Generative Pre-trained Transformer, por sus siglas en inglés), que de la mano de ChatGPT han estado dando mucho que hablar gracias a sus capacidades de mantener una conversación relativamente indistinguible de si es un ser humano o no lo es. Entonces, una de las primeras preguntas para entender esta tecnología es, ¿Qué es ChatGPT?

ChatGPT es una herramienta de inteligencia artificial desarrollada por OpenAI, basada en la arquitectura GPT. GPT-4 es una versión avanzada de esta arquitectura, y ChatGPT es un modelo de lenguaje basado en ella. Estos modelos son capaces de entender y generar texto humano de manera coherente y contextualizada, lo que les permite interactuar con usuarios, proporcionar información y asistencia en diversos temas.

El funcionamiento de esta herramienta es muy interesante y nos permite delinear cuáles podrían llegar a ser sus siguientes avances. ChatGPT funciona a través de una técnica llamada «atención» en redes neuronales profundas. Es entrenado en grandes cantidades de texto, aprendiendo patrones, gramática, hechos y razonamientos a partir de los datos. Al procesar una entrada de texto, el modelo asigna un pesaje a las palabras y frases relevantes en función de su contexto, generando una respuesta coherente y contextualizada. A medida que el modelo se entrena con más datos, su capacidad para comprender y responder a preguntas específicas mejora.

Debe quedar muy en claro que ésta no es la única arquitectura capaz de realizar este tipo de construcciones. A continuación, se presentan algunas otras alternativas similares a ChatGPT:

1. BERT (Bidirectional Encoder Representations from Transformers) de Google: Un modelo de lenguaje utilizado para tareas de procesamiento del lenguaje natural, como traducción automática y análisis de sentimientos.

2. T5 (Text-to-Text Transfer Transformer) de Google: Un modelo de lenguaje versátil que puede ser adaptado para diversas tareas de procesamiento del lenguaje natural, incluyendo resumen, traducción y generación de texto.

3. GPT-3 de OpenAI: La versión anterior a GPT-4, todavía es ampliamente utilizada en aplicaciones de generación y comprensión del lenguaje natural.

Además, existen otras arquitecturas que permiten procesar diferentes tipos de multimedia. Por ejemplo:

1. Video: Deepfake y FaceSwap son ejemplos de tecnologías de IA generativa aplicadas a la creación de videos. Estas tecnologías permiten la manipulación de imágenes y videos para cambiar rostros, voces y escenas, creando contenido visualmente convincente.

2. Audio: WaveNet de DeepMind es una tecnología de síntesis de voz basada en redes neuronales que genera habla humana realista a partir de texto. Otro ejemplo es Jukebox de OpenAI, que genera música original combinando modelos de lenguaje y generadores de audio.

3. Imágenes: DALL-E de OpenAI es un modelo generativo basado en la arquitectura de GPT-3 que puede crear imágenes a partir de descripciones de texto. Otro ejemplo es StyleGAN de NVIDIA, que utiliza redes generativas adversarias (GAN) para crear imágenes realistas y de alta calidad, como rostros humanos, a partir de ejemplos de entrenamiento.

Estas tecnologías pueden ser utilizadas en diversas aplicaciones, desde entretenimiento y arte hasta investigación científica y análisis de datos. Sin embargo, es importante tener en cuenta las implicaciones éticas y legales de su uso, especialmente en lo que respecta a la privacidad, la desinformación y la manipulación de contenido.

Sin lugar a dudas, estamos ante un avance importante en relación a cómo interactuamos con la tecnología, ya sea solo por diversión, para aprender o crear. Tenemos que estar atentos a estos cambios e ir fomentado, ajustando, adoptando y adaptando nuevas metodologías que nos permitan ir progresando a través del uso de estas herramientas, siempre con responsabilidad, equidad y con un fuerte foco en el discernimiento ético.

Las bondades del ChatGPT en la docencia ¿Es posible?

ChatGPT puede ser una herramienta valiosa para profesores, tanto en el aula como en la planificación y revisión de materiales didácticos. Aquí hay algunos consejos para aprovechar al máximo las bondades de ChatGPT:

Preparación de clases: Utilice ChatGPT para ayudar a investigar y organizar información sobre un tema específico, generar ideas para actividades y recursos didácticos, o crear esquemas de lecciones.

Apoyo a estudiantes: ChatGPT puede ser un recurso adicional para responder preguntas de los estudiantes o proporcionar explicaciones adicionales y ejemplos sobre temas difíciles.

Revisión de tareas: Use ChatGPT para revisar rápidamente las tareas de los estudiantes y ofrecer sugerencias de corrección o mejoras. Sin embargo, recuerde que ChatGPT no es infalible y que usted, como profesor, debe hacer la revisión final.

Estímulo de la creatividad: Anime a los estudiantes a utilizar ChatGPT para generar ideas para proyectos, ensayos, presentaciones y actividades de grupo.

Aprendizaje personalizado: Utilice ChatGPT para crear material didáctico personalizado y adaptado a las necesidades de cada estudiante, teniendo en cuenta sus habilidades, intereses y estilo de aprendizaje.

Mejora del idioma: ChatGPT puede ser útil para estudiantes que están aprendiendo un segundo idioma, ofreciendo práctica en conversación, traducción y corrección de gramática.

Enseñanza en línea y tutoría: Integre ChatGPT en plataformas de enseñanza en línea o utilícelo como complemento durante sesiones de tutoría para abordar preguntas o problemas específicos.

Fomento de la discusión: Utilice preguntas generadas por ChatGPT para impulsar debates en clase o discusiones en grupos pequeños.

Mantenerse actualizado: ChatGPT puede ser un recurso para mantenerse informado sobre las últimas tendencias, investigaciones y noticias en educación y en su área de especialización.

Reflexión y crecimiento profesional: Utilice ChatGPT para reflexionar sobre sus prácticas de enseñanza, identificar áreas de mejora y buscar recursos o estrategias para el desarrollo profesional.

Recuerde que ChatGPT es una herramienta de apoyo y no debe reemplazar la interacción y el compromiso personal del profesor con los estudiantes. Además, es importante ser consciente de las limitaciones de ChatGPT, como la posibilidad de proporcionar información inexacta o poco relevante en ocasiones. Por lo tanto, siempre verifique y complemente la información proporcionada por ChatGPT antes de utilizarla en el aula o compartirla con los estudiantes.

Esta nota fue realizada en su totalidad por ChatGPT-4 (última versión). La consulta realizada fue: Qué consejos les darías a un profesor para aprovechar las bondades de chatGPT.

Inteligencia Artificial y su potencial pedagógico para el desarrollo de pensamiento crítico y ético en estudiantes

Es de amplio conocimiento los desafíos que la Inteligencia Artificial (IA) ha traído consigo en el desarrollo de los procesos de enseñanza y aprendizaje, específicamente en el contexto de educación superior y la formación de futuros profesionales. En la actualidad han surgido diversas herramientas de este tipo, por lo que se hace relevante conocer sus características para evidenciar el potencial uso pedagógico que se les puede dar, y no necesariamente convertirse en herramientas de uso prohibitivo en el proceso de aprendizaje. Un primer elemento pedagógico posible de destacar de la IA, es la oportunidad para promover y desarrollar de manera más profunda el pensamiento crítico, descernimiento ético, autonomía y responsabilidad sobre el propio aprendizaje de los estudiantes. Lo anterior implica la redefinición de actividades de enseñanza que potencien la autonomía, demandando una mayor atención al proceso y no sólo enfocarse en el producto final realizado por los estudiantes. Es decir, es de conocimiento que actividades como elaboración de ensayos o informes podrían ser respondidas mediante el uso de herramientas tales como ChatGPT, pero sería relevante para el proceso formativo de los estudiantes, que ellos evaluaran las instrucciones, preguntas o inputs que éstos entregan a la IA para que les dé las respuestas esperadas. Con esta simple actividad se da énfasis a las habilidades comunicativas, críticas y de síntesis de los estudiantes. Esta redefinición de actividades también implica enseñar que las posibles respuestas o productos emanados de una herramienta de IA deben ser debidamente referenciados, pero así mismo también cuestionados en su elaboración, ya que el producto final va a depender de la calidad y precisión de las instrucciones que se entreguen, por ende, es posible desarrollar un pensamiento crítico y ético en los estudiantes.

Para potenciar estas habilidades a través de la integración de tareas con herramientas de gestión digital de IA, es importante tener en cuenta consideraciones que profundicen en su aporte pedagógico, tales como:

1. Considerar planes de estudios que a partir de su diseño curricular contemplen la formación de estudiantes en IA, enseñando sus características, límites y consideraciones éticas.

2. Experiencias de aprendizaje que permitan fomentar habilidades de pensamiento crítico, ético, autonomía y metacognición a partir del uso de estas herramientas.

3. Formar a docentes en el uso de estas herramientas de IA para su comprensión, visualizando su potencial pedagógico y uso didáctico.

En síntesis, es de relevancia considerar la oportunidad pedagógica que la Inteligencia Artificial entrega en el ámbito educativo, para así formar estudiantes y futuros profesionales con sentido ético y pensamiento crítico respecto a las nuevas tecnologías emergentes.